lunes, 25 de julio de 2011

2011, AÑO INTERNCIONAL DE LOS BOSQUES

SERVICIOS AMBIENTALES (2011, Año Internacional de los Bosques)
Por: Bióloga Gloria Delgado

La conservación de los ecosistemas es importante para que las plantas animales y seres humanos sobrevivamos, obtenemos muchos beneficios de su buen funcionamiento. Esto no es fácil de apreciar sobre todo en las grandes ciudades, pero hay que pensar en la polinización de los productos agrícolas que consumimos, en la degradación de los desechos orgánicos, en la purificación del agua y el aire o en la protección de los suelos de la erosión.
Por ejemplo cuando llueve sobre el bosque de pinos que rodea a la Ciudad de México, el agua se infiltra en el subsuelo recargando los mantos acuíferos y no arrastra los suelos evitando  la erosión. Hemos dependido directa o indirectamente de los ecosistemas naturales, hacemos uso de ellos para cubrir nuestras necesidades básicas, de la naturaleza obtenemos agua, madera, alimento, tintes, combustibles, energía y minerales entre muchos otros productos.


Serranía del Ajusco
Al conjunto de elementos que el ser humano obtiene de la naturaleza y a las múltiples funciones que desempeñan los ecosistemas naturales proveyendo estabilidad climática, belleza paisajística, equilibrio ecológico, espacios de recreación, entre otros, se les denomina servicios ambientales o servicios ecosistémicos.
El concepto de servicios ecosistémicos surgió a partir de la crisis ambiental en que vivimos desde hace 50 años, resultado del deterioro que los seres humanos hemos producido en el medio ambiente.
La Organización de las Naciones Unidas declaró al 2011 como el Año Internacional de los Bosques. El presidente de ese órgano de la ONU, Joseph Deiss, destacó la importancia de las áreas forestales para la subsistencia humana. “Centenares de millones de personas, fundamentalmente en los países en desarrollo, dependen de los bosques para su vida cotidiana… son el pulmón del planeta; sin embargo, cada minuto que pasa desaparecen unas 25 hectáreas de floresta”, dijo Deiss.
Los distintos oradores subrayaron la necesidad de un manejo más adecuado de los bosques para la mitigación y adaptación al cambio climático, y la necesidad de adoptar medidas para frenar la deforestación.
De los ecosistemas terrestres, el ser humano obtiene un conjunto muy amplio de bienes entre los que se encuentra los recurso forestales que se clasifican como recursos forestales maderables (madera en rollo) y no maderables (fibras, hojas, cortezas, frutos, bayas, setas, plantas comestibles, resinas vegetales o el látex, plantas medicinales y aromáticas, forraje, plantas ornamentales.etc). La apertura de nuevas tierras agrícolas y ganaderas conlleva la destrucción de tierras forestales.
México se considera un país eminentemente forestal, debido, a la gran diversidad de sistemas forestales con los que cuenta, a pesar de la gran diversidad de especies que crecen en las áreas arboladas de las selvas tropicales y los bosques templados de México alrededor del 78% de la producción se basa únicamente en la extracción de pinos de diferentes especies y esto se concentra en cinco estados de la República Mexicana que son: Durango, Chihuahua, Michoacán, Oaxaca y Jalisco. Otras especies menos importantes son algunos encinos o robles (pertenecientes al género Quercus) y ciertas maderas tropicales consideradas maderas preciosas como el cedro y la caoba cuyo valor comercial es muy alto. El destino principal de la producción maderable es la madera para aserrío (68%) que se utiliza para la fabricación de muebles, además vigas y tablones para la construcción, otra buena parte de la madera se usa para producir celulosa para elaborar papel.


México ocupa el segundo y sexto lugar en deforestación en América Latina y a nivel mundial respectivamente, al perder alrededor de ochocientas mil hectáreas de sus áreas forestales anualmente, situación delicada si además  consideramos que 10% de la biodiversidad mundial se alberga en las áreas naturales mexicanas.
Poco antes del establecimiento de los primeros centros urbanos, la vegetación en el área metropolitana de la Ciudad de México tenía una fisonomía distinta. Los tipos más extendidos eran la vegetación acuática que habitaba en el gran lago y los bosques que cubrían las montañas que lo rodeaban, entre ellas las sierras del Ajusco, de las Cruces y de Monte Alto.
Entre los tipos de vegetación que existen actualmente en la Ciudad de México y sus alrededores se encuentran los Bosques de coníferas y encinos, constituidos por poblaciones de pinos (varias especies de Pinus), oyamel (Abies religiosa), cedro (Cupressus lindleyi), encinos (varias especies de Quercus), y ailes (varias especies de Alnus) que crecen en las sierras al sur de la ciudad de México, entre ellas la  de Ajusco y Contreras.



Desierto de los leones
La Ciudad de México depende directamente de los bosques y ecosistemas naturales que la rodean, de ellos se provee de distintos bienes y servicios ambientales, por lo que para seguir contando con ellos, es clave su conservación y mejoramiento. Algunos de los Servicios Ambientales más importantes que los bosques brindan son: 
• Recarga de acuíferos y disponibilidad de agua potable.
• Control de la erosión, conservación y recuperación de suelos.
• Conservación y protección de la biodiversidad.
• Captura de carbono, síntesis de oxígeno y nitrógeno.
• Descomposición y reciclaje de desechos orgánicos.
• Disminución del impacto de fenómenos naturales.
• Asimilación y disminución de contaminantes atmosféricos.
• Polinización de plantas en cultivos comerciales y silvestres.
• Belleza escénica y recreación.
• Regulación del clima

Unos de los componentes que más beneficios  prestan, son los árboles; un árbol adulto permite: generación de oxígeno, captura de partículas sólidas y contaminantes suspendidos en la atmósfera como el CO2; además facilita una mayor infiltración de agua al subsuelo; absorbe energía solar, lo cual junto con la sombra que ofrece ayuda a regular el clima local; contribuye en la formación y retención de suelo; además es fuente de alimento y hábitat para muchas especies más pequeñas. No obstante, a  la fecha es difícil cuantificar y valorar económicamente cada uno de estos servicios.

BIBLIOGRAFÍA

-Álvarez, Nogera José R., ed. 1985. Imagen de la gran capital. México: Enciclopedia de Mexico.
-Carabias. J., J. Meave., T. Valverde., Z.Cano-Santana. 2009. Ecología y Medio Ambiente en el Siglo XXI México. Pearson Prentice-Hall
-Manzano., R. List. Ecosistemas: protección y restauración. Revista ¿Cómo ves? Año 12. No. 140
-Pompa, S., Martínez, L., Equihua, C. Los beneficios gratuitos de la naturaleza. Revista ¿Cómo ves? Año 12. No. 144
REFERENCIAS DE INTERNET





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